Desde 1921, ha sido testigo de héroes, tragedias y hazañas inolvidables. Es el templo de la velocidad, el circuito más rápido del calendario, donde los motores rugen al máximo y cada vuelta es un pulso directo al corazón.Desde 1950, Monza nunca faltó en la F1 (solo en 1980, cuando se corrió en Imola). Con 94 ediciones, es el GP más celebrado de la historia junto con Silverstone.